Un lugar a donde ir by María Oruña

Un lugar a donde ir by María Oruña

autor:María Oruña [Oruña, María]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2017-02-21T05:00:00+00:00


Puente Viesgo, Cantabria

Dos años atrás

Había transcurrido solo un mes desde el encuentro entre Wanda y Paolo en Gliwice y ella estaba entusiasmada. Llevaban tres días recorriendo Cantabria, y había hecho descubrimientos asombrosos. Por su experiencia, sabía que resultaba extraordinario localizar restos medievales de cierta entidad dentro de cuevas prehistóricas. Sin embargo, en la cavidad de la Garma, a menos de media hora en coche de Santander, colegas arqueólogos habían encontrado artefactos del período paleolítico superior avanzado, así como restos de tigres, elefantes, osos, leones e información de casi cien mil años de historia geológica, pero también restos de cinco hombres jóvenes del alto medievo.

Sus maltrechos esqueletos estaban rodeados de restos de teas y hogueras. ¿Qué demonios harían allí? ¿Habrían bajado por su propio pie? ¿Por qué? ¿Los habrían depositado ya muertos en aquel abismo de piedra? Uno de ellos llevaba un cinturón con broche metálico de tipología visigótica, que en teoría era más propio de los siglos V, VI o VII.

Muchas personas podrían pensar que el misterio, en este caso, era algo hueco y absurdo: ¿a quién podía importarle ahora ninguno de aquellos individuos? ¿Y qué más daba si uno de ellos llevaba un cinturón de otra época? Pero a Wanda le importaba. La curiosidad cimentaba su ilusión por descubrir, por averiguar, y esa motivación era la que hacía que la vida valiese la pena y que no fuese un interminable y largo baile de piedra. Por eso había dejado su casa en Cracovia y se había ido a trabajar a Nördlingen buscando conocimiento, oxígeno, aventura. Podría haber estudiado el medievo desde su ciudad natal, pero no quiso; dejó a su madre y a su hermano atendiendo la panadería familiar en la calle Florianska con la conciencia de que trabajar en un lugar tan encantador les haría la vida más llevadera, más feliz. ¿Acaso ansiaban ellos algo más? Su hermano nunca había parecido tener más aspiración que la de preparar pasteles de manzana, el pan diario y las típicas tartas de queso polacas. Aquello parecía resultarle suficiente, y ella casi lo envidiaba: era capaz de disfrutar de lo sencillo, cuando ella siempre necesitaba ver más allá. Su madre, sin embargo, y a pesar de su dulce carácter y apariencia, disponía de un fondo más inquieto: era plenamente consciente de que había un mundo más allá de sus costumbres sencillas y de la propia Cracovia; pero, tras quedarse viuda y criar a sus dos hijos prácticamente sola, se había conformado con dirigir sus pasos hacia una amable rutina sin sobresaltos. Wanda, en cambio, lo ansiaba todo: respirar y sentirse viva. Por eso, tras Nördlingen, se había ido a la Universidad de Friburgo, enseñando el mundo a sus alumnos mientras ella todavía lo descubría. Y por eso nunca había intentado abiertamente detener a Paolo, ni le había insinuado la posibilidad de una vida más sedentaria, más estable, con ella a su lado. No lo había hecho porque veía en él un espejo de ella misma, y porque lo amaba lo suficiente como



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.